
3 razones por las que separar tus finanzas personales de las de tu emprendimiento
Publicado el Miércoles, 11 Nov. 2020
A la hora de emprender, es MUY importante tener claridad sobre las finanzas, pero también es sumamente necesario saber separar lo laboral de lo personal.
En este artículo te cuento de qué hablamos cuando hablamos de finanzas, cuál es la verdadera importancia de separar tus finanzas personales y por qué tenés que definirte (¡y pagarte!) un sueldo.
Primero, lo primero:
De qué hablamos cuando hablamos de finanzas
Es muy común que, cuando escuchamos la palabra “finanzas”, nos imaginamos fórmulas de Excel y cuentas, números eternos, impuestos, etc… Sin embargo, es mucho más simple: las finanzas son el manejo del dinero.
Si hablamos de finanzas personales, nos referimos específicamente a cómo una persona administra sus recursos a lo largo de su vida. Esto contempla: ingresos, gastos y productos financieros con los que cuenta para optimizar el manejo de sus recursos.
Si, por otro lado, nos centramos en las finanzas del negocio, tendremos en cuenta todo lo que concierne al valor. Constituyen, mover y utilizar dinero, permitiendo su flujo dentro del negocio.
En ambos casos, las finanzas son la base para tomar mejores decisiones.
¿Por qué es importante tener en claro tus finanzas personales?
La optimización de los recursos es el objetivo principal de tener tus finanzas personales en orden.
¿Te pasa de sentir que ahorrás poco, o que siempre hay menos de lo que esperás?
¿No tenés idea dónde se filtra tu dinero?
Si tenés al día y ordenados tus números, vas a poder destinar un monto determinado a diferentes áreas de tu vida, como por ejemplo:
·Protección: Tener un “fondo de emergencia” para imprevistos.
·Inversión: Una vez que las personas tienen cierta cantidad de dinero como para invertir, en muchos casos no lo concretan por desconocimiento de sus finanzas. No saber cuánto ahorrás por mes, cuánto gastás, qué colchón tenés, genera incertidumbre, y nadie quiere invertir a mediano-largo plazo sin estar seguro de no necesitar ese dinero al día siguiente.
·Impuestos: Contemplar todos los montos destinados a cumplir con la ley ya sea de manera mensual, bimestral o anual.
·Jubilación: Destinar un dinero a procurarnos una buena calidad de vida al momento de jubilarnos, por fuera de la jubilación correspondiente por ley.
·Liquidez: Contar con lo suficiente para financiar nuestras actividades cotidianas.
A simple vista, uno podría decir que son, prácticamente, los mismos componentes de las finanzas de un emprendimiento. Y si bien es cierto que hay áreas que se asemejan, el hecho de separar las finanzas personales de las de tu negocio (y más en la fase inicial, cuando recién comenzás con tu emprendimiento) es un tanto más complejo:
Por qué hay que separar las finanzas personales del negocio
· Colchón financiero: Si te vas a tirar a la pileta para emprender 100%, necesitás dos colchones financieros. Uno para vivir por un tiempo estimado inicial hasta que tu emprendimiento comience a dejarte ganancia, y dos, para el emprendimiento mismo, el cual, probablemente, necesite que se realicen algunas inversiones para comenzar a funcionar, como por ejemplo el diseño de una página web, la creación de un logo, y demás.
También puede que emprendas contando con financiamiento externo, o hacerlo en paralelo con la relación de dependencia, pero en cualquier caso, te aconsejo que no saques todo el dinero del mismo “chanchito”: hacé cuentas, fijate cuánto podés destinar a invertir, cuánto tenés para vivir (y por cuánto tiempo), y respetá las cuentas que hiciste. Si no lo hacés y sólo creés que “estás bien” probablemente, cuando te quieras dar cuenta, ¡vas a estar en rojo!
· Objetivos Personales: Es muy normal que, cuando comenzamos un emprendimiento, centremos el 100% de nuestra mente y energía en él. Pero eventualmente necesitamos una "válvula de escape", un momento de conexión con tus personas cercanas y tiempo de ocio para relajar y reconectar. Para ese momento, es importante que puedas disponer de TU dinero para hacer lo que te guste (¡y quieras!) ¿Y de dónde sale ese dinero? ¡De tu emprendimiento! Desde el primer momento, te recomiendo que fijes tu sueldo. Al principio será simbólico, pero con el tiempo crecerá. Esto es súper importante para mantener la motivación y ver que, poco a poco, percibimos ingresos de nuestra propia creación; por otro lado, es fundamental para no gastar de más (dinero que podríamos necesitar para reinvertir, por ejemplo) y para usarlo ¡sin culpa! (y sin pensar que ese dinero te servía para “comprar tal insumo”). Al tener un sueldo, podés ponerte objetivos personales más allá de los laborales, porque disponés de un dinero que es tuyo y podés decidir qué hacer con él. Si creas para conectarte con vos y ayudar a otros, pero no tenés un sueldo por ello, transformás tu negocio en un hobby caro. El problema de esto, es que le ponés fecha de vencimiento a tu negocio. Porque en algún momento, no te va a alcanzar el dinero y el tiempo para sostenerlo. No queremos que llegue ese momento.
· Control: Si no sabés cómo, dónde y para qué se gasta el dinero (a nivel personal y a nivel laboral), es imposible hacer cuentas y analizar dónde están las filtraciones, a qué área del emprendimiento (o de tu vida) tenés que destinar un porcentaje mayor, qué gasto podrías reducir o eliminar para optar por otro… Es muy difícil planificar si el dinero está “todo junto” porque, lógicamente, los imprevistos personales no son los laborales.
¿Cómo empezar a ordenar tus finanzas personales y laborales?
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Limpiá: El próximo mes armá una planilla en Excel, o en papel, tabla de Word, lo que más cómodo te quede, y registrá, por un lado, todos los ingresos y egresos del negocio, y por otro, todos los movimientos de dinero personales. Etiquetá cada ingreso o gasto como fijo, eventual o de imprevisto.
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Decidí: Una vez que tengas claridad sobre en qué estás gastando, tanto en tu emprendimiento como en tu vida personal, vas a poder analizar y, como siempre digo, tomar decisiones inteligentes. Si querés comprarte algo, o irte de vacaciones, fijate un objetivo de ahorro o guardado de dinero en base a lo que conocés y a la capacidad promedio que tenés para ahorrar. Si, por ejemplo, tenés deudas, arma un plan de acción para saldarlas en base al sueldo que te asignaste y en orden ascendente: de las más chica a la más grande.
En conclusión
Separar las finanzas de tu emprendimiento es fundamental para tener una visión clara sobre los recursos que contás para poder crecer. De nada sirve planificar, armar planes de acción y estrategias si, al momento de ejecutarlas, no contás con el presupuesto o inversión necesaria.
Conocer y dividir las finanzas de tu vida personal de las de tu negocio te va a ayudar a tener un mejor y mayor control y previsión, vas a tener la capacidad de tomar decisiones, ya sea para dar un paso más como para corregir o ajustar lo necesario.
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